domingo, 28 de noviembre de 2010

Día a día


... Más sumisa, más Tuya, llena de deseos, entregada.


Aprendiendo. Creciendo. Guiada siempre por ti, llevada de Tus palabras, dominio, inteligencia, y cariño. Orgullosa de merecer y llevar Tu collar mi Señora.


jueves, 25 de noviembre de 2010

Una lucha diaria, no de un dia


Ninguna mujer debe permitir el maltrato sea del tipo que sea y venga de donde venga. NO

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Me gusta



Me gusta la espera de cada mañana solo pensando en hablar contigo, ese cosquilleo cuando apareces y mi sexo se humedece.

El juego de Tus palabras, ese sentido del humor un tanto acido que yo encuentro excitante, y la vez divertido.

Cuando me miras en silencio, la sensación de estar desnuda ante Ti, sentir que me deseas; sintiendo Tu collar.

Me encanta cuando me haces reír haciendo presa de los nervios, pero me gusta aun más cuando yo te hago reír, eso no resulta fácil.

Me gusta cómo me has enseñado a conocerme. También cuando me pones mano dura, me corriges incluso mi mala ortografía, y que suele ser muy seguido.

Me atrae Tu inteligencia, el morbo de Tus palabras me seduce.

Me gusta cuando paso todo el día mojada solo con pensarte.

Me agrada sentirme segura bajo Tu dominio; dada a Ti

Me gusta ser Tu sumisa.

martes, 23 de noviembre de 2010

El diario de garinoska hoy: Esos días...


…los días en que llega el periodo y claro, una vez pasado el malestar inicial, esos días me producen un nivel de excitación intenso, y como hoy, despierto con la sensación de un orgasmo mañanero sin haberme tocado, solo con el frotar de mi sexo apretando fuertemente mis piernas mientras me voy moviendo suave, rítmicamente, más rápido, fuerte hasta sentir un maravilloso orgasmo recorrer todo mi cuerpo...

Así he pasado todo el día excitada, deseosa, caliente, morbosa… surge en mi el deseo de explorarme, tocarme, satisfacerme... Y al hablar con mi Señora esas ganas se ¡disparan! Aun más…

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sábado, 20 de noviembre de 2010

A su merced


Expuesta, Tuya,
exhibida para Ti,
húmeda, morbosa,
 sensual, atrevida,
caliente, entregada.
 Así me apetece estar
frente a Usted mi Señora, a su merced...

lunes, 15 de noviembre de 2010

El diario de garinoska hoy: "Con los ojos comemos mucho"

Ese refrán me lo ha dicho hace unos momentos mi señora mientras hablábamos de mi tarea y su respectiva entrada hoy en el blog, “con los ojos comemos mucho” y si, me desborde en mi deseo, en mis ganas de un poco de dolor pero más que nada en mis ansias por disfrutar… me olvide que mi objetivo y disfrute están en servirle a mi Señora.

Y mi señora sabiamente me lo ha hecho ver. Yo pedí dolor con la fusta, ella me ordeno usar las pinzas también, solo si había pinzas en mis pezones disfrutaría de los azotes con la fusta. Pero el dolor de las pinzas fue demasiado resiste cerca de 10 minutos y detuve todo. Pensé que había fallo, así me sentí porque me rendí ante el dolor físico. Así lo exprese en mi anterior entrada, y se lo exprese a Ella en nuestra conversación en el MSN.

Pero, mi señora me ha hecho ver que no fue así, yo quería dolor, lo obtuve claro, no el de la fusta como era mi deseo, tuve el dolor que mi Señora deseaba, el de las pinzas en mis pezones y ese fue el dolor que le entregue para su disfrute.

Entonces creí haber cometido otro error. Pedir sin esperar a que se me diera. Y una vez más aprendí. “no, tu error fue querer un tipo de dolor menor, un dolor que te excitara para masturbarte. Y yo quería dolor de verdad, ver hasta donde llegabas. He ganado, me has servido, deberías de estar orgullosa.”

Y si, lo estoy, porque una vez más le he servido a sus deseos mi Señora. Orgullosa porque cada día aprendo de Usted.

 ¡Gracias!. Y ¡Orgullosamente suya!

Un nudo de dolor



Desee, lo pedí, se me dio, pero no resistes el dolor.

Mi mente dijo no.

Pare. El dolor que pedí, desee me supero minutos después de haber comenzado la sesión. No puede seguir.

Aquí, escribiendo mis pezones duelen, siento la tensión dejada por las pinzas. Mi sexo mojado, latente conserva la sutil sensación del cuero de la fusta cayendo sobre mi vagina, en unos cuantos azotes.

Y el peor vestigio es esta sensación de dolor interno.

Lo siento mi Señora.

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sábado, 13 de noviembre de 2010

El diario de garinoska hoy: Lo pedio y más...




…más, siempre hay algo más cuando le hago una petición de mi Señora. Esta tarde mientras hablábamos por el MSN muy juguetonas le hice una petición: “¿Mi Señora puedo usas la fusta?” no espera respuesta tan pronto pero Ella a dicho inmediatamente: “sí, creo que va siendo hora de celebrar que todo va bien.” mi sonrisa de alegría y sorpresa fue grandiosa, le di las gracias.
Pero... lo dicho, siempre hay algo más…;

- “¿En qué parte de mi cuerpo desea que la use?”
- “En la vagina, pero. Tendrás que llevar pinzados los pezones mientras lo haces.”
- “Así lo hare mi Señora.”
- “Sólo habrá fusta mientras haya pinza en un pezón, si quitas la pinza, fuera fusta puedes alternar el pezón.”
- “Uuuyyy, eso dolerá mucho mi Señora.”
-“Eso espero, a qué duela.”
-“Jajaja, así lo hare mi Señora. Sabe que me gusta.”

Ummmm, ya tengo unas ganas de ponerme en ello, cumplir con sus órdenes, preparar la fusta, mis pinzas, y por supuesto depilar muy bien mi sexo para ser azotado por la fusta. ¡Sintiéndola como siempre mi Señora Eva!

martes, 9 de noviembre de 2010

Frente al espejo


Porque sé que le encanta mirarse al espejo mi Señora, disfrutar de su imagen en él, del morbo que el da.






lunes, 8 de noviembre de 2010

No soy mía, soy tuya


Me gusta el poder que tienen tus palabras. Como llegan a mi mente aun en noches dormida, despertando mis deseos más íntimos, oscuros, morbosos por ti, haciéndome tuya.

La manera que tienes de jugar con mis sensaciones en la distancia haciendo desaparecer la timidez, el pudor encendiéndome de placer al sentirme tuya, si tuya porque aunque no estés aquí; se que estas, siento tu presencia, tus manos tocándome, tus ganas escurriéndose por mí, abriendo cada poro de mi piel desnuda, empapándome, excitando cada pensamiento, cada centímetro de mi cuerpo hasta tu deseo; porque es tuyo. Y yo no puedo resistirme a ti, a lo calientes que me pone sentir tu antojo de placer, como mis manos se hacen las tuyas acariciándome todo el cuerpo; ese cuerpo que es tuyo entregada a tu deseo, haciéndome sentir tan poseída, tuya, sentir que soy solo el objeto de tu deseo. Porque no soy mía, soy tuya, no me pertenezco todo mí ser esta entregado a tí mi Señora. 

Cierro mis ojos, te siento aquí, en mi miente, en mi cuerpo y me dejo dominar por la lascivia de tus palabras, entregándome a ti en un gozo urgente en mi cama masturbándome.

Acariciando los senos contras las sabanas con roce suaves, mientras froto mi coño contra el bulto que formaba la almohada entre mi entrepierna y moviendo las caderas contra ella ansiosa de sentir placer, envuelta de tus palabras e imagen, tirada de tu deseo y dominio.

Sentí como estaba húmeda, el coño latía fuerte, me convulsionaba, en ese momento deje que mis dedos; los tuyos recorrieran la hendidura de mi vagina penetrando con ansias metiendo mis dedos rápido, sacando y metido con más fuerza y rapidez hasta que el placer ceso. Una vez para ti, ¡tuya! 


miércoles, 3 de noviembre de 2010

Usted

Aquí dejo un pedacito de la letra Usted una canción de Ricardo Arjona que he escuchado hoy de su nuevo CD "Poquita Ropa" que me ha encantado.


"Usted que hace del mundo algo más que una esfera,
usted que me mira, usted que me cela,
usted me hace daño, usted me da vida,
usted que me construye, usted que me aniquila,
usted que me destruye, usted que me revive.
Qué bonito es decir que soy sólo de usted".

Me quedo con esa última frase: "Qué bonito es decir que soy sólo de usted"
Si, qué bonito es decir, y sentirme sólo de Usted mi Señora Eva, en sus manos soy todo lo que quiero ser.


lunes, 1 de noviembre de 2010

Deseos de sumisión


- ¿Que quieres qué? –pregunté sorprendida.

Mi mente dio mil vueltas en una fracción de segundo. No daba crédito a lo que escuchaba.

Me miraste sonriente y contestaste:

- Lo que has oído.
- ¿Estás segura?, ¿desde cuándo lo sientes? –pregunté confusa.
- Desde que nos conocimos, tú lo sabes, siempre lo has sabido, ¿no?

Esas palabras provocaron en mí una risa traviesa.

- Sí, pero también pensé que era un juego, que no te interesaba, no…-dije mirándote fijamente a los ojos.
- No. La verdad es que poco a poco me ha ido atrayendo, lo deseo y quiero experimentarlo; y qué mejor que contigo, somos pareja –dijiste con una voz visiblemente nerviosa mientras tratabas tener una posición relajada en el sofá.

Te miré fijamente sin saber qué decir, seguía sin dar crédito a tus palabras, estaba totalmente desconcertada.

Sí, es cierto que lo intuía, sabía que esa curiosidad estaba surgiendo en ti. En más de una ocasión habíamos hablado de mis gustos sexuales y en particular, mi gusto por la sumisión, y en algunas de esas conversaciones podía ver, en tu expresión, tu interés al oírme hablar de lo que sentía, de lo que experimentaba. Siempre te mantenías atenta a lo que decía, yo percibía que lo que te contaba no te era indiferente, te atraía, sentías curiosidad. Por eso he ido alimentando esa curiosidad, poco a poco ¿Con qué intención? no lo tenía muy claro en aquellos momentos, pero ahora tenía la oportunidad de averiguarlo.

Conocías perfectamente mis gustos sexuales desde el principio de nuestra relación, pero lo nuestro siempre fue una relación “normal”, lejos de ese mundo oscuro y secreto. Claro que había habido algún que otro juego, alguna insinuación, pero más de palabra que de acción. Muy distinto de lo que vivía con Eva, mi Ama, relación que no te ocultaba.
Lo que me acababas de confesar ya lo veía venir, sólo era cuestión de tiempo que lo exteriorizaras. De todas formas, me había sorprendido tu petición.

En aquel instante fue inevitable pensar que Eva sí lo había intuído. Ella lo vio primero que yo… Eva no conocía a Maily ¿cómo no lo vi y ella sí?

- Sé que no lo esperabas –dijiste interrumpiendo mis pensamientos.
- No -conseguí decir finalmente.- ¿Estás segura de lo que sientes?
- Sí –dijiste casi en un susurro.

Note tu nerviosismo.

- ¿Estás nerviosa?
- No –contestaste al tiempo que negabas con la cabeza.
- Parece que sí – dije.

Podía ver cierta duda en tus ojos, tenías una mirada completamente transparente para mí, eso me gustaba mucho ya que era como mirar los ojos de una niña, había inocencia, ternura en ellos. Ese era uno de los rasgos que más me gustaba de ti. Y sabía muy bien que para ti todo aquello no era nada sencillo. Yo tenía que estar segura de tus sentimientos, que entendía muy bien el paso que pretendías dar, pero también necesitaba estar segura de los míos, de si aceptaba aquello.

- ¿Te sientes sumisa?

Me miraste unos instantes antes de contestar.

- Sí. Ante ti sí, siento que dominas mis instintos, mis deseos, mis pasiones. Es algo que no puedo evitar, y todo eso sólo aflora contigo.
- ¿Estás segura de que quieres ser dominada; dominada por mí? - volví a preguntarte aún sorprendida.

Sí, me sentía todavía sorprendida pero, escuchándote, comencé a sentirme excitada, a experimentar una extraña sensación de…. No sé como describirlo. Mi novia me estaba confesando sus sentimientos de sumisión y además me estaba pidiendo que la dominara, que me convirtiera en su Ama…

- Sí. Lo vengo pensando desde hace tiempo. Quiero saber, sentirme sumisa, entregarme, entregarte toda mi voluntad, pero sobre todo ser Tuya, darte todo, mi vida, mi cuerpo, mi mente, todo Patricia.

Te escuchaba atenta, examinando cada una de tus expresiones corporales, tus nervios, tu miraba baja, tu voz suave, el temblor en tu cuerpo, tu respiración un tanto ansiosa, el rubor en tu rostro, la decisión en tus palabras; palabras que me excitaban.

Yo sabía muy bien como te sentías, conocía todo lo que tu cuerpo y mente estaban experimentando en ese instante, los temores, las dudas que inundaban tu cabeza, la sensación indefinible que invadía todo los sentidos, la piel, el alma… Podía percibir hasta la humedad entre tus piernas.

- Estas excitada, ¿verdad?

No pudiste evitar reír, es parte de tu personalidad cuando estas nerviosa o excitada.

- Sinceramente, sí, cada vez que pienso en esto me caliento y mis pulsaciones se disparan. Y ahora más. -contestaste sonrojada.
- ¿Y te gusta lo que sientes?
- Sí. –tu voz se rompió de vergüenza al responder.

No era fácil reconocer en una esos sentimientos, y menos aún reconocerlos ante quien es tu pareja. Por eso me acerqué en silencio junto a ti en el sofá y te tomé entre mis brazos, quería que sintieras mi apoyo, que yo te entendía más que ninguna otra persona porque yo también vivía y sentía así, y porque te quería.

Poco a poco te fuiste relajando en mis brazos y tu voz, en un murmullo, rompió el silencio.

- Nunca había sentido este deseo ni conocido nada de este mundo, nunca hasta ahora, contigo. Tú has despertado ese deseo por experimentar. Oír lo que sientes, cómo lo sientes, leer los relatos que escribes, fantasear con ellos, han hecho que ese deseo se vaya enraizando en mi interior día a día, y sé que sólo lo podría hacer contigo. Sólo contigo quiero experimentarlo.
- Es una decisión que tienes que pensar mucho, después ya no hay vuelta atrás, esto cambiara nuestra relación –dije.
- Ya lo he pensado Patricia. Lo deseo y quiero que tú me guíes, claro, si estás dispuesta. -dijiste mirándome a los ojos con determinación.- Quiero conocer este mundo de tu mano. Ya compartimos nuestras vidas, yo ya soy tuya. Este simplemente sería un paso más que daríamos en nuestra relación, confió en ti. Te tengo el amor necesario como para saber que es la decisión correcta.

Comprendí que más allá de tu miedo, tu curiosidad era mayor y que estabas preparada para entregarte. Pero ¿y yo? ¿Estaba yo dispuesta a convertirme en Ama?