lunes, 15 de noviembre de 2010

Un nudo de dolor



Desee, lo pedí, se me dio, pero no resistes el dolor.

Mi mente dijo no.

Pare. El dolor que pedí, desee me supero minutos después de haber comenzado la sesión. No puede seguir.

Aquí, escribiendo mis pezones duelen, siento la tensión dejada por las pinzas. Mi sexo mojado, latente conserva la sutil sensación del cuero de la fusta cayendo sobre mi vagina, en unos cuantos azotes.

Y el peor vestigio es esta sensación de dolor interno.

Lo siento mi Señora.

.

No hay comentarios: