miércoles, 28 de abril de 2010

Te pertenezco

No por simpleza, te pertenezco por deseo, porque elegí pertenecerte. Porque Tú me hiciste tuya, Tu propiedad. Y yo te hice mi señora, mi dueña.

Te pertenezco porque tú me has atado a ti.

Te pertenezco en una sola palabra, confianza. Porque has sabido guiarme en un camino desconocido, conociéndome, enseñándome, comprendiéndome, descubriéndome, y reconstruyéndome de tu mano siempre.

Te pertenezco porque has hecho mi mente tuya primero que mi cuerpo.

Te pertenezco porque me atan tus palabras, solo basta una palabra tuya para hacer estremecer mi cuerpo. Tú mirada sobre mi cuando no te miro. Tú inteligencia. Tú experiencia, carácter. Tú nombre. Tú; y esa perversidad que me encanta. Y más que eso, me ata a ti el deseo de entrega, de obedecerte, servirte, la necesidad de satisfacer tus deseos.

Te pertenezco porque con inteligencia y paciencia has ido derribando mis muros, mis miedos, mi pudor, mis dudas, mi vergüenza, mis tabús.

Te pertenezco porque aun en esta distancia de miles de kilómetros, te siento a mi lado. Y tuya.

Te pertenezco porque he hecho de tu voluntad la mía, mi devoción tú placer y el mío esta entregado a ti.

Te pertenezco porque disfruto sabiéndome y sintiéndome a tu merced, antojo y orden. Gozo sabiendo que te sientes Dueña de mi cuerpo, de mis sensaciones, de cada pensamiento, sentimiento, de mis palabras; de mí.

Te pertenezco porque nadie como tú hace temblar mi cuerpo sintiéndome tuya, entregada. Sumisa.

Te pertenezco porque me has descubierto a mí misma, has sabido conocerme como nadie.

Te pertenezco en cada sonrisa que me provocas, en cada sensación que me regalas.

Te pertenezco porque no solo eres mi dueña, eres mi amiga.

Te pertenezco porque sabes cómo atarme cada día más a ti.

Te pertenezco porque nunca me he sentido más yo; siendo tuya.

¡Gracias mi Señora por el maravilloso regalo de ser su sumisa!

No hay comentarios: